Corrían buenos tiempos, uno va subiendo y subiendo, a veces pasa el tiempo y no te das cuenta, Aquí tenemos la gran mole del Perdiguero a mis espaldas, un autentico palizón.
La montaña es dura, pero no solo por lo duro del camino, también por el esfuerzo que conlleva estar días y días con lo puesto por asi decirlo.
A las 5 de la mañana, preparando un desayuno basico, un poco de leche, un poco de pan tostado y unas galletas, comenzamos a remontar el barranco de Lliterola, hasta el ibón del mismo nombre, me habían contado que un verano en una de esas tormentas que se desatan un rayo había matado a unas cincuenta ovejas, cvando estas en estos sitios te das cuenta de que no eres nada.
Lo más bonito y la recompensa, a tanto esfuerzo, estas maravillosas vista aereas, mirando hacia los valles con sus ibones y los restos de sus glaciares.
A las 5 de la mañana, preparando un desayuno basico, un poco de leche, un poco de pan tostado y unas galletas, comenzamos a remontar el barranco de Lliterola, hasta el ibón del mismo nombre, me habían contado que un verano en una de esas tormentas que se desatan un rayo había matado a unas cincuenta ovejas, cvando estas en estos sitios te das cuenta de que no eres nada.
Lo más bonito y la recompensa, a tanto esfuerzo, estas maravillosas vista aereas, mirando hacia los valles con sus ibones y los restos de sus glaciares.






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